Esta receta ha sido extraída del Libro de San Cipriano y Santa Justina, de la edición impresa en Roma en la Sociedad de Ciencias Ocultas. Aquí la publicamos de modo anecdótico y de ninguna manera se recomienda ponerla en práctica.
Dice San Cipriano, que ante todo, conviene estudiar el carácter e inclinaciones de la mujer que se pretende, a fin de regular la norma de conducta que ha de observarse en relación a los deseos que con ella quieren satisfacerse, no siendo menos conveniente tener en cuenta que las mujeres se pegan mucho de la buena presencia y mejor porte de la persona que quiere obtener sus favores.